El 23 de mayo
de 2003 la fatalidad hizo que Pancracio Socas nos dejara en medio de su mitin
de cierre de campaña. Se fue en un instante, rodeado de los suyos,
conmocionando la vida política durante esas fechas electorales y dejando una
huella imborrable, no solo en su tierra, Santiago del Teide, sino en Tenerife y
en todos los estamentos de su partido, Coalición Canaria.
Pancracio accedió a la Alcaldía el 9
de enero de 1988 y la mantuvo, con mayorías absolutas refrendadas por el pueblo,
hasta su fallecimiento. Fueron quince años en los que transformó completamente
el municipio de Santiago del Teide, que pasó de ser un enclave alejado y rural
a un foco de atracción económica y crecimiento nunca conocido en la historia
del municipio sureño.
En esos años se crearon centros
juveniles, de la tercera edad y sanitarios, plazas, la escuela de fútbol, la banda
municipal, la escuela de folclore, el centro de mayores Santa Gema, el centro
de disminuidas psíquicas María Candelaria, la remodelación de toda la avenida
principal de la zona costera y un sinfín de obras que hicieron de Santiago del
Teide un referente en la isla de Tenerife.
Con su carácter noble, abanderó la
humildad y la cercanía como forma de hacer política y consiguió así, no solo el
apoyo de sus vecinos, sino el reconocimiento dentro de su partido y abrir las
puertas del municipio a inversión pública y privada en la mejor época que se
recuerda. Su prestigio como alcalde creció exponencialmente, pero nunca dejó de
ser la persona cercana, seria y próxima que fue desde que comenzó su carrera
política.
Con 22 años tuve el honor de formar
parte de la lista electoral en la que era, según sus propias palabras, su
última legislatura, pero el destino le tenía preparada una inesperada y cruel
despedida. Nos dejó súbitamente en la tribuna, después de agradecer el apoyo
recibido ese día en una multitudinaria caravana y cierre de campaña. Su último
aliento lo dedicó al municipio que le vio nacer, al que había convertido en un ejemplo para la
isla de Tenerife y Canarias.
Diez años después de su
fallecimiento el tiempo se ha encargado, por sí mismo, de darnos una
perspectiva amplia del legado de Pancracio Socas. Su huella está en cada barrio, en cada rincón, y la
importancia de sus mandatos se hace cada día más visible si comparamos sus años
de gobierno y estabilidad con el lamentable panorama político en el que se
encuentra el Ayuntamiento de Santiago del Teide actualmente. Las comparaciones
serían, en este caso, más que odiosas.
Pero hoy no es el día de analizar la
vergonzosa realidad de nuestro Consistorio; es el día de recordar a quien
transformó Santiago del Teide, dejando su singular impronta; es el día de rememorar
la figura de un gran alcalde y mejor persona, Pancracio Socas.
Jonathan
Martín Fumero.
Portavoz
de CC en el
Ayuntamiento
de Santiago del Teide.